lunes, 10 de febrero de 2014

De Zapatero el PEOR Presidente un TIRANO Incompetente lo aclara LEGUINA que no lo vio

Respuesta: Ya lo dice él mismo. La discusión es si es el peor presidente del Gobierno o no. Lo dice él: “Todo el mundo me pregunta si he sido el peor presidente o no”. Lo malo es que a lo mejor queda que enterró también al PSOE. Eso no lo sé.
Leguina apenas puede encontrar adjetivos positivos para calificar los últimos años de la historia del PSOE que arranca con esa “dulce derrota”, como la calificó Alfonso Guerra, en las elecciones de 1993, y los polvos que, engendrados entonces, devinieron en estos lodos tras la elección de Rodríguez Zapatero como secretario general del PSOE en el año 2000. “Aquella derrota representó el final político de una generación a la que por edad, por ideas, y por experiencias vitales pertenezco. Pero no fui capaz entonces de percibir que aquello era el final”, confiesa en su libro en el que no se corta un pelo a la hora de repasar lo que ha pasado desde entonces.“Se hizo una masacre, no en el sentido sangriento, pero sí en el sentido de que no quedara nada. Por una razón puramente demográfica. Si tienes una pirámide invertida donde la cabeza es más grande que los pies, cortas la cabeza, y los pies, como se está viendo, no funcionan. ¿Por qué? Porque no hay alternativa”, explica.
“Los políticos que sabemos escribir tenemos la obligación de hablar del pasado”, se autojustifica. “El pasado es lo único seguro, el futuro no existe. Aquí eso se niega porque los aparatos de los partidos están muy interesados en no cambiar nada, que no se hable de nada y que no se analicen sus políticas de verdad. Están metidos en el día a día y en el “y tú más” y no hay forma de reflexionar con ellos. Alguien tiene que hacerlo y a mí me toca hacerlo”.
P.: ¿El PSOE no está en esa clave de analizar lo que ha pasado?
R.: No quieren analizar nada. Se niega y así nos luce el pelo. Si no analizas los errores que has cometido, es bastante fácil saber qué pasara en el futuro, volverán a cometerlos. Yo creo que Zapatero ha sido un bulldozer que ha acabado no sólo con mucha gente, sino con muchas ideas adquiridas y ya probadas del socialismo democrático. Era una obligación denunciar eso, señalar, criticar, razonar… No sólo las ocurrencias de cada día, que han sido demasiadas, sino también los basamentos, entre comillas, teóricos, que tenía este sujeto.
Zapatero ha sido un bulldozer que ha acabado con mucha gente y con muchas ideas adquiridas del socialismo democrático
P.: La consecuencia natural de aquella nueva generación que tomaba el mando es que la sucesora de todo aquello hubiera sido Carme Chacón. ¿Qué ha pasado entonces para que un veterano de primera hora como Rubalcaba haya sido el relevo?
R.: Lo de Carme Chacón era un escarnio. Era repetir la misma jugada, con los mismos argumentos: la juventud… Pero, oiga, usted mire dónde nos ha llevado con la sonrisa de la juventud de este caballero. A la ruina. No repita usted la jugada. Yo creo que los zapateristas que han estado en primera línea, como es el caso de Carmen y su esposo (Miguel Barroso), al que, en fin, habría que echar de comer aparte, debían haber dado un paso atrás. Les ha pasado como cuentan del general Narváez. Que cuando se estaba muriendo, vino un confesor que le dijo que tenía que perdonar a todos sus enemigos. Y Narváez le respondió: "Mire, señor cura, yo no puedo hacer eso. No puedo hacerlo porque los he matado a todos". Estos mataron a demasiada gente y, ahora, ¿qué recambio se ve? Porque yo no lo veo.
P.: Se supone que en las próximas primarias se verán esos supuestos candidatos al recambio…
R.: Un líder de un partido como el PSOE tendría que haber trabajado en algo antes de meterse en la política. Debería ser una exigencia de los estatutos de todos los partidos. Que no se pueda llegar a la cumbre de la política sin haber trabajado en nada. No puede ser. Es una elemental defensa de la política. A eso hay que oponerse y hay que exigirlo.
Eso es un problema que tiene el PSOE exageradamente y, por lo que yo sé, también lo empieza a tener el Partido Popular. Nosotros, es que miras alrededor, y ves gente que no ha terminado la carrera porque no le ha dado la gana, gente que hizo la primera comunión y se metió en las juventudes socialistas… Lo primero que haría es decir que nadie entrase en un partido sin haber trabajado antes en algo, aunque fuera de peón.
P.: ¿Susana Díaz es el mejor ejemplo de esos nuevos políticos profesionales?
R.: Claro es que Susana Díaz no es la única ni es un caso raro. Es el caso más frecuente. Tampoco ha trabajado nunca. Esto es muy duro de tragar para un ciudadano normal y corriente.
P.: En el libro señala que ha llegado la hora de “abandonar esa dejadez tolerante que ha permitido crecer a los nacionalistas”. ¿Comparte las tesis del PSOE a favor de una reforma federal de la Constitución?
R.: No. No porque no crea que un sistema federal para España vendría bien, sino porque ya lo tenemos. Que me digan a mí en qué se diferencia el sistema federal de Alemania o de Estados Unidos con las autonomías españolas. Lo que yo me temo es que a través de una reforma de la Constitución lo que se quiere es eliminar el artículo 2 de la Constitución. Es una locura. Eso no se puede negociar. Por eso, me parece que no son todas buenas intenciones. ¿Que hay algunas cosas que cambiar en la Constitución? No tengo la menor duda, pero eso en Estados Unidos se llama enmienda, no reforma.
P.: De todos modos, parece que voces como la suya o la de Rodríguez Ibarra o Corcuera, que también se han manifestado en este sentido, ya no pintan mucho en el debate interno del PSOE.
R.: No sé si cuentan o no, pero yo creo que dentro de un partido las cosas que están bien pensadas y son razonables deberían contar y las ocurrencias deberían ser eliminadas. Esas voces no son ocurrencias. Son recordatorios de lo que ha sido el Partido Socialista. En la historia del Partido Socialista hay cosas buenas y malas, como en cualquier historia, pero no hay esos bandazos ideológicos. Si el PSOE fue una de las piezas fundamentales cuando se creó esta Constitución, ¿en qué andamos ahora?
P.: Cree que esta idea de reformar la Constitución es una “ocurrencia”…
R.: Andamos ahora en el diferencialismo y la equidistancia. Entre los nacionalismos separatistas que ya se han quitado la careta y los defensores de la Constitución no se puede ser equidistante. Hay que estar con los defensores de la Constitución. No se puede ir por ahí diciendo que hay separatistas y separadores. ¡Dígame usted quién es el separador y por qué! ¿O es que eso del separatismo lo hemos inventado los castellano-manchegos? Es un insulto que yo, personalmente, no lo admito. No se puede ser equidistante. Tendrán que explicar ellos por qué habiendo votado la Constitución, ahora la quieren tirar por la borda. Y hay cosas sobre las que se puede hablar pero no se puede pactar. Hablar se puede hablar de todo pero pactar, no.
P.: Según su análisis, o el PSOE se autorreforma o peligra su supervivencia. ¿Ve pasos en la buena dirección?
R.: En algunas cosas, el sentido común se va imponiendo. Y eso creo que se debe a que Alfredo Pérez Rubalcaba es una persona sensata. A  mí me da mucho miedo cómo se juega con las cosas de comer. Y las cosas de comer son la Constitución y la unidad del Estado, cosas que nunca se discuten una vez aprobada una Constitución. Como no entiendo esa parte básica que es el contencioso que han montado los nacionalistas, no puedo ser blando. Tienes que estar, necesariamente, junto al PP combatiendo eso. Combatir es combatir con las ideas, con las políticas y no dejándoles respirar.
P.: ¿Cree que se puede volver a repetir la situación de Almunia y Borrell y que el PSOE vuelva a tener una bicefalia después de las primarias?
R.: Ojalá que no ocurra. No está escrito en las estrellas que el PSOE vaya a durar siempre. Si se quieren arruinar, allá ellos.
P.: ¿Qué cree que sería lo más positivo que pasase?
R.: Que Rubalcaba se presentase a las primarias, pero que se rodee de gente de peso intelectual y político. Que no se rodee de pesos ligeros. 

martes, 5 de marzo de 2013

Método 3 espió a Ignacio González por orden de un ‘rival’ dentro del PP

Método 3 espió a Ignacio González por orden de un ‘rival’ dentro del PP

Método 3 espió a Ignacio González por orden de un ‘rival’ dentro del PP
El presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González (EFE)
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La agencia de detectives Método 3 elaboró un voluminoso informe sobre el hoy presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, con datos y documentos sobre sus relaciones, sus propiedades y la tupida red de intereses que le rodea. Sólo las conclusiones, en poder de El Confidencial, ocupan cincuenta páginas. El informe fue ordenado por un rival de Ignacio González en el propio PP de Madrid.
La agencia, hoy en el ojo del huracán por haber grabado subrepticiamente la conversación entre la presidenta del PP catalán, Alicia Sánchez-Camacho, y Victoria Álvarez, exnovia de Jordi Pujol Ferrusola, asegura que fue “un directivo” del PP de Madrid el que ordenó la elaboración. Según ha podido conocer este diario de fuentes solventes, la novia de un conocido exdirigente popular fue quien encargó la investigación, que al final fue sufragada por un constructor amigo de ese exdirigente. Toda una enrevesada trama de intereses político-empresariales que aún puede cobrarse alguna víctima por el camino.
Las pugnas internas en el PP cuando la Comunidad era gobernada por Esperanza Aguirre propiciaron la creación de sectores que iniciaron una cruenta batalla política por el control del aparato. Fue en ese momento cuando se gestó el dosier sobre González, encargado a los despachos de Método 3. El resultado fue un espeso informe, prolijo en detalles, que desmenuza el entorno del hoy presidente madrileño.
Las posesiones de González
El dosier de la controvertida agencia de detectives contiene algunos datos que a simple vista parecen inconexos e incluso confusos, pero que intentan apuntar al corazón de Nacho González. Así, desgrana que la primera casa familiar del presidente fue comprada en 1994 por un precio de 39.950.000 pesetas (alrededor de 240.000 euros), con un préstamo de 23 millones de pesetas (unos 138.000 euros), a pesar de que dos años antes estaba tasada en 72.750.000 pesetas (más de 430.000 euros). “Es obvio, por tanto, que o se la vendieron bajo precio a cambio de algún favor o que hubo mucho dinero negro en la compraventa”, dice literalmente el informe de la agencia.
Para intentar dar munición al ‘rival’ de Ignacio González en la sucesión futura de Esperanza Aguirre (el informe es de 2006), los detectives destacan que “la compra sigue siendo ilegal hasta que el 25 de marzo del 2003, mediante auto firme del Tribunal Superior de Justicia de Madrid, emite mandamiento de legalidad de la urbanización El Prado de Aravaca, acusándose, además, a la Comunidad de Madrid de actuar en fraude de ley al introducir una nueva calificación urbanística de estos terrenos que no estaba contemplada en el planeamiento”.
Un supuesto pelotazo
En 1994, se constituyó el grupo gestor para negociar “con los máximos responsables municipales de Urbanismo el cambio de uso de decenas de hectáreas en Valdemarín, el barrio de superlujo de Aravaca”. Los promotores adquirieron el suelo “por cantidades inferiores a las 10.000 pesetas el metro cuadrado. La modificación [concedida por el Ayuntamiento] redundó en plusvalías ciertamente notables: el precio de cada metro cuadrado de terreno se situó en 100.000 pesetas tras el plácet municipal”. González vendió posteriormente la vivienda por 778.371 euros, aunque estaba tasada en 828.752,04. “Es anormal esta dicotomía (sic) salvo que exista una parte de la compraventa en dinero negro”.
La segunda vivienda del presidente madrileño tiene 447 metros cuadrados y fue comprada el 28 de febrero del 2006 a la sociedad Seinsa. Por ella, González pagó 172.000 euros de arras y entregó dos talones por un monto de 650.802 euros, mientras que retuvo 300.000 para cancelar una hipoteca que pendía sobre ella. Para la compra, también pidió un préstamo de 600.000 euros. El informe detalla incluso que la casa colindante, perteneciente a un amigo de González, fue valorada por Cajamadrid en casi 2,8 millones de euros en la misma fecha de la anterior operación.
Los datos que va desgranando el informe sobre el patrimonio del entonces vicepresidente salen de los registros y son más bien una labor de ‘recopilación’ y supuestas conclusiones ‘lógicas’ cuyo destino parece ser el de ofrecer ‘munición’ al enemigo de González en la batalla de la sucesión. Algo que, como se puede comprobar hoy, no le sirvió para evitar que fuera el elegido por Esperanza Aguirre para sucederla.

lunes, 4 de marzo de 2013

Politicos Honestos pero Silentes

El autor cree que desde la Transición toda la clase política ha sufrido un fuerte deterioro. Piensa que los que no están salpicados por la corrupción deberían denunciar la situación.
Fui colaborador cercano de Mariano Rajoy en su primer ministerio (1996-1999). Era de Administraciones Públicas. Yo, recién llegado al Congreso, era portavoz del PP en esa comisión. Mi oponente en el PSOE era un tal José Luis Rodríguez Zapatero (que llevaba 10 años). Ambos llegarían a ser presidentes del Gobierno. Yo abandonaría la política. Aunque como abogado del Estado tenía muchas posibilidades en el ámbito privado, decidí volver al servicio público. Me fui con el honor de haber sido representante de los ciudadanos y la decepción de haber conocido el lado oscuro de la política. Mi alejamiento comenzó por mi desacuerdo público sobre la guerra de Irak y el alejamiento del centrismo por el PP. Pero también por la observación de actitudes humanas que nada me gustaban.
Eran los míos, como los contrarios, una secta. No bastaba votar sino que era obligado jalear y tener un pensamiento casi único, sin matices. Incluso en conversaciones privadas con compañeros, apenas nadie criticaba a los dirigentes, cuya corrupción exponía ya alguna prensa. El GranHermano existía, el riesgo era letal y la sumisión, elevada. Ya entonces escribiría artículos en diversos medios, como EL MUNDO, mostrando públicamente mi distanciamiento.
Conocí numerosos políticos a todos los niveles. Creo en la honradez de muchos de ellos. Pero también constaté el deterioro progresivo de cada nivel. Veía que, voluntariamente o empujados, caían de las candidaturas personas muy interesantes. Otros continuaban, pero ese espacio era mayoritariamente ocupado, y cada vez más, por vividores de la política que nunca antes trabajaron ni nada harían en un futuro fuera de ese mundo y su entorno de amistades y favores. En etapas anteriores probablemente así fue también, aunque menos. Todos, pues, progresivamente alejados de los políticos de la Transición que frecuentemente tenían una acreditada cualificación. En aquellos dedicados entonces sólo a la política, el compromiso ideológico era muy superior al de ahora, donde los intereses priman sobre las convicciones.
La enorme crisis económica, social y ética se produce -no es casualidad- con una dirigencia mayoritariamente súperprofesionalizada, amarrada durante muchos años (muchos desde jóvenes) a vivir de la política, con colocaciones familiares y evitando que personas de cualificación ética y profesional se incorporen. El grupo es muy cerrado y la gestión interna es asumida por quienes creen que lo importante es el poder y lo que le rodea. Entre ello, el dinero.
La corrupción surgida en la financiación de los partidos -y también aprovechando ésta- se ha extendido y consolidado. También la utilización del cargo público para enriquecerse. La impunidad (ningún político fue nunca a la cárcel) ha multiplicado comportamientos inmorales y delictivos. Eso no es monopolio de nadie, ni siquiera del PP, aun siendo abundante el estiércol en lugares como Valencia, Baleares y Madrid o la transversalidad y gravedad del casoBárcenas. Éste era de su total confianza. Ahora aseguran que nunca le conocieron, como sucede con Camps y Matas, que eran modelos a seguir, según decían, aunque al guardián del tesoro y los secretos le siguieron pagando grandemente para comprar su silencio. Pero casi todos los partidos tienen su propia podredumbre, como es el caso del PSOE, CiU (abundante en éste), en algunos casos institucionalizada en la organización y, en otros, en el ejercicio abusivo del poder. De ahí la timidez vergonzante de Rubalcaba.
Ante tanto sinvergüenza, el pueblo, muy escandalizado y con muchos sacrificios, reclama urgentemente una regeneración. Más que hartazgo, siente ira. No pueden seguir los mismos dirigentes, mirando para otro lado o dando un titular o unas medidas que absolutamente nadie cree. Como un escándalo tapa al surgido dos días antes, la clave es aguantar.
Pero quiero referirme particularmente a los abundantes políticos honestos. ¿Pueden seguir silentes, convertidos en encubridores? ¿No valoran que su silencio propicia esa generalización ciudadana de censura? Ellos, los honestos, deberían sentirse indignados con sus jefes. Pero siguen callados.
Estar en la política siempre implicó cierto desprestigio. Pero ahora es algo más: la presunción de que todos son corruptos. Toda generalización es injusta, pero los miles de cargos públicos honestos que hay tienen que alzar la voz a sus propios dirigentes pues la pestilencia afecta ya a todos. Especialmente a quienes promovieron y defendieron tipos como Bárcenas.
Cuando estaba en el PP, de cuya Junta Directiva formaba parte, era inusual que alguien interviniese. Quien pedía la palabra era mal mirado. Incluso quien pretendía hacer loas a los sumossacerdotes. Pero jamás hubo una reflexión mínimamente crítica y leal sobre cualquier asunto, y menos sobre corrupción.
Aunque son abundantes los casos actuales superpuestos, los más relevantes son, sin duda, el casoBárcenas y la tramaGürtel que afectan de raíz al PP. La reacción pretende sólo minimizar los daños para el partido, más que depurar y limpiar. Se ha apelando y conseguido la unidad de la familia, prietas las filas, sumándose toda la dirigencia. Pero, que no les engañen: sólo pretenden ganar tiempo y hacer ver que era la actuación irregular y aislada de alguien, como si hubiese amasado tal fortuna fuera de las cañerías de la organización.
De quien sobre la corrupción dice que «a veces no tomar decisión alguna es la mejor decisión», ¿qué se puede esperar cuando el pueblo está más que indignado? Y mientras el coro aplaudía la frase y nadie pedía la palabra.
Un gran problema en España es la nula ejemplaridad. Tristemente, el jefe del Estado no quiere ni puede asumir, al no actuar en consecuencia, el liderazgo contra esa plaga corrosiva de nuestra democracia. Igualmente, muy poco puede esperarse de los máximos dirigentes de los dos partidos principales españoles que amparan las actividades corruptas del entorno o de políticos importantes.
Junto a la reacción airada del pueblo, quisiera soñar que los numerosos cargos públicos honestos abandonan su silencio -que supone aquiescencia o encubrimiento- y empiezan a alzar la voz clamando dignidad y ejemplaridad. Aunque fuese por su honorabilidad y sus familias. Aunque soy poco optimista. Tampoco tienen coraje ni otras cosas.
Si los corderos siguen callados, esta etapa de Mariano Rajoy pasará tristemente a la historia no sólo como la de gran retroceso democrático y social sino también como la de la mayor corrupción generalizada y consentida en España.
Jesús López-Medel es abogado del Estado y ex diputado del PP.

“La política y la mentira”, de Jesús López-Medel

“La política y la mentira”, de Jesús López-Medel
Son diversas la cualidades que podrían exigirse, aunque fuese en grado mínimo, a los políticos. Sin embargo, hay defectos o vicios que parecen muy asociados a quienes a ello se dedican a alto nivel. Uno de ellos es, sin duda y desgraciadamente, la mentira. Y esto es algo que parece que la sociedad en cierto modo tolera. Solo así se explica que los dirigentes políticos (aunque toda generalización puede ser injusta) sigan faltando a la verdad y que sepan que esto, la falta de credibilidad y confianza, no es penalizado por los ciudadanos. Por tanto, la falsedad de los políticos es tanto culpa de ellos como de la propia ciudadanía que lo admite.
Algo parecido sucede en los países latinos con la corrupción: apenas se penaliza electoral (ni penalmente tampoco). Hay sobre ello múltiples ejemplos. Por solo mencionar dos recientes, la ausencia de castigo al PP en la Comunidad Valenciana donde la corrupción se manifestaba a borbotones o el caso muy actual en Andalucía donde los vergonzosos ERES apenas castigaron al PSOE que sigue gobernando. Y ello porque la sociedad (y es a mi juicio un criterio de inmadurez) considera que es algo generalizado, inherente a la condición política y no da gran valor a este principio ético de la honradez.
Exactamente igual sucede cuando la ciudadanía admite como pauta de comportamiento de los políticos la falta de verdad como si fuese algo inevitable. Que un político diga una cosa y haga lo contrario parece, cada vez más, que es normal o tolerable. Y como el mentiroso sabe que esto no es castigado, sigue mintiendo. Eso es así en todos los lugares y colores aunque, repito, acaso sea injusta la generalización. Pero ahora, el cúmulo del engaño masivo lo ostenta el gobierno central que a raudales está haciendo en todos los campos lo más contrario a lo que prometía hace muy poco. Luego se buscarán justificaciones, también falsas: “es lo único que podíamos hacer”, no teníamos libertad para tomar otras decisiones”, “si actuáramos de otro modo, cometeríamos prevaricación”, etc. En definitiva, excusas que engordan la bola de nieve de la mentira.
Se puede juzgar a un político por múltiples razones: por su eficacia, por resolver problemas en lugar de crearlos, por su coherencia, por su coraje, por su sintonía con nuestros planteamientos ideológicos básicos o por muchos otros factores, incluso hasta sicológicos. Pero también deberíamos introducir mucho más el elemento de la credibilidad como factor de elección.
Si se vuelve a votar a un dirigente que actúa como difusor de mentiras masivas, estamos legitimando su actuación y permitiéndole que en el futuro siga engañando impunemente. No nos quejemos entonces. Si, por el contrario, nos atrevemos a decirles: no les voy a renovar mi confianza por sus múltiples engaños, les estamos dando una lección de madurez y diciéndoles, como en el anuncio de un conocido establecimiento comercial: yo no soy tonto.
Porque cuando algunos políticos engañan de modo contumaz están menospreciando a la sociedad. Y cuando los ciudadanos admiten, o toleran que les engañen abundantemente, están revelando una falta de consideración a sí mismos muy grave. Además, cuando esto es un comportamiento extendido, hay algo que no funciona bien en nuestra dignidad como personas ni como comunidad.
Se puede perdonar que un político se equivoque o tome decisiones erróneas, incluso que tenga alguna desviación respecto sus promesas electorales. Admitamos unos márgenes. Pero cuando se instala ese comportamiento como algo constante, si lo consideramos como algo inevitable, les estamos dando permiso o bula para que sigan mintiendo o aún más.
Hace años en uno de los acontecimientos más trágicos de nuestra historia reciente alguien dijo, sobre la gestión de aquel hecho, con énfasis y acierto: “Los españoles no nos merecemos un gobierno que nos mienta”. En aquel momento, eso fue un aldabonazo que hizo girar votos y cambiar el resultado predecible de unas elecciones. Hoy ese dirigente, aunque siga en primera línea, esta amortizado y no esta en condiciones de legitimidad de decir eso mismo. Pero alguien, mucho mejor en plural, ha que tener una mínima autoridad moral y valentía para decir: dejen ya de mentir. Pocas voces de intelectuales comprometidos con una ética pública resuenan. Pero, al menos, sí deben ciudadanos anónimos ir concienciándose y extendiendo a otros que en ningún caso y en modo alguno, auque sean “de los nuestros”, puede tolerarse tanta mentira.
Hay que expresarles: dígannos la verdad, adminístrela si quiere, no nos diga todo lo real, pero, por favor, no hace falta que de modo constante nos engañen. Solo si reaccionamos con firmeza y claridad frente a la mentira compulsiva y masiva, cambiaran nuestros políticos. En otro caso, no nos quejemos de que sigan haciéndolo y aún más, se rían, con razón, de nosotros. En tal  supuesto, acaso, es que si estuviéramos en su lugar también mentiríamos como ellos. Quizás, por eso, seamos tan tolerantes. Yo desde luego no lo comparto porque  yo no soy ni quiero que ellos me consideren un tonto.
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sábado, 16 de febrero de 2013

Defienden que deberían ser ellos mismos, como miembros de la carrera judicial, quienes elijan a los miembros del CGPJ


Defienden que deberían ser ellos mismos, como miembros de la carrera judicial, quienes elijan a los miembros del CGPJ

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ATLAS
Los jueces piden la despolitización del CGPJ
Un grupo de más de trescientos jueces denunciaron este sábado la«politización» del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y pidieron una democratización de la carrera judicial.
Una parte de este grupo de jueces, más de un centenar, se reunieron en el salón de actos de los juzgados de Plaza de Castilla de Madrid para debatir la «politización de la Justicia» y asuntos como la nueva ley de tasas o los casos de desahucios. Se trata de un grupo de jueces y magistrados de diferentes provincias que se pusieron en contacto por correo electrónico para elaborar documentos y debatirlos en asamblea.
Los que no pudieron acudir a esta reunión apoyaron las reivindicaciones y delegaron su voto en los presentes, explicó el portavoz del colectivo,Jesús Villegas. Villegas dijo que quieren denunciar que «los jueces no pertenecen a la clase política» y para que les respalde y defienda su trabajo, y no la clase política. «El CGPJ es un órgano político y los jueces no tienen nada que ver con él porque no eligen a sus miembros. Al estar elegidos por políticos hay un camino, un atajo para que puedan actuar contra un juez» en determinadas ocasiones, sostuvo.
El portavoz de este grupo aseguró que el Consejo General del Poder Judicial «tiene capacidad para influir en la labor cotidiana de un juez», ya que «por ejemplo puede decidir abrir un expediente disciplinario» contra un magistrado cuya conducta no comparta. Subrayó que, en casos de investigaciones a políticos por posible corrupción, «el político no puede elegir quién le investiga», pero esto puede llegar a ocurrir porque el CGPJ tiene la posibilidad de sustituir a un magistrado por otro.
Ante esta situación, el grupo de jueces reunidos aboga por volver a la ley de 1980, en la que, según ha recordado, los jueces elegían a sus representantes, y ha lamentado que el PP no haya acometido este cambio, a pesar de que lo incluía en su programa electoral.
En la reunión, el colectivo abordó asuntos como la nueva ley de tasasque, en su opinión «no puede afectar a los menos favorecidos», o los casos de desahucios, que se deben flexibilizar, y, según el portavoz, los magistrados «aplican con llanto». También debatieron acerca de la carga de trabajo de los jueces «para que los ciudadanos tengan una justicia de calidad».

domingo, 10 de febrero de 2013

Hannah Arendt y la banalidad del mal 1/5

Las Dificultades de Emigrar a Alemania


Irse es fácil; triunfar, no tanto
Portada del suplemento Dinero del domingo 10 de febrero de 2013 LVE
Estos no son los años sesenta. No vale todo ni de cualquier manera. "Por mucho que una empresa alemana busque a un par de ingenieros españoles, y créame, muchas empresas tienen esa necesidad, no contratará a ese par de ingenieros que haya llegado allí en coche, de cualquier forma, sin haber contactado antes. La empresa nunca pensará que esos ingenieros son gente seria. Nunca los cogerá". Michael Brandenburg, director internacional ejecutivo de Iese, utiliza el ejemplo para argumentar una tendencia: la mitad de los 16.000 españoles que se habían ido a Alemania el año pasado, en busca de trabajo, han regresado a España con el rabo entre las piernas.

"Quienes se fueron de esa forma se equivocaron -le corrobora Marc Borneis, subdirector del instituto Goethe de Barcelona-. Algunos pensaron que les bastaría con sacarse el billete, presentarse allí y, mientras agotaban los recursos que les facilitaban sus padres, encontrar cualquier trabajo. ¿Y qué les pasó? Pues que se vieron sirviendo copas en un restaurante, en vez de trabajando como ingenieros, que era su sueño. Así que se desanimaron y se rindieron...".

Todos los expertos repiten una máxima: para hallar trabajo cualificado en Alemania, mejor informarse bien, presentarse bien y venderse caro.

Una apreciación abre esta información: estos no son los años sesenta. Y es cierto. En los sesenta, los españoles se fueron a Alemania en oleadas. Pero las circunstancias eran otras. Sacudiéndose los escombros de la Segunda Guerra Mundial, Alemania iba escasa de brazos. Organizaba oficinas de reclutamiento de Turquía y recurría a los vecinos del sur en busca de manos no cualificadas. Le faltaban peones. España puso su parte.

Ahora, Alemania dice necesitar ingenieros (hay trabajo para unos 72.000), enfermeros o médicos. Mano de obra cualificada. Y esa característica, la de la cualificación, encierra otras servidumbres: hay que conocer el idioma y las cuestiones interculturales alemanas y empresariales. Ya se ha dicho: no vale todo ni de cualquier manera. Para emigrar allí, hay que prepararse.

El Instituto Goethe también pone su parte. A través de este se articula un buen puñado de ofertas de trabajo. La entidad se mantiene en contacto con el Gobierno alemán y con distintas administraciones federales, como la región metropolitana del Rin-Neckar, en el sudoeste del país. Periódicamente, representantes regionales y empresarios celebran reuniones con candidatos a un puesto. Lo hacen en el Goethe, en Barcelona, donde también se dan clases de alemán y orientación profesional: cómo preparar un currículum en alemán, cómo hallar trabajo allí o cómo elaborar una carta de motivación (el argumento que mueve a alguien a buscar trabajo en una empresa)...

"Alemania busca médicos, enfermeros, ingenieros eléctricos y mecánicos y expertos en hostelería y gastronomía", dice Beate Raabe, jefa de prensa de la Oficina Central de Colocación (ZAV) de la Agencia Federal Alemana de Empleo. En total, la ZAV habla de 800.000 ofertas de trabajo, aparte de otras 200.000 ofertas para aprendices. Según el VDI (la Asociación de Ingenieros Alemanes), un ingeniero, en su primer año allí, cobra de 27.000 a 43.000 euros anuales.

En un intercambio de correos electrónicos, Xavier Codina (26 años) recoge su experiencia como ingeniero de aplicaciones en una empresa instalada en Aquisgrán, en Renania del norte-Westfalia. Se había ido a Munich en verano, respaldado por su amplio dominio del alemán y un buen listado de compromisos. Desde Barcelona, antes de partir, había concertado tres entrevistas de trabajo, una de ellas con Basf. "Sin embargo, la oferta de mi actual compañía era la que más me convenció, tanto por su tamaño como por mis posibilidades de crecer profesionalmente", cuenta, antes de alcanzar una conclusión: "Cinco meses más tarde, opino que he tomado la decisión correcta".

Marc Pejoan (30), ingeniero de telecomunicaciones con un MBA en Esade, se mantiene a la expectativa. Ya ha celebrado tres entrevistas con Basf, aunque los encuentros no han ofrecido resultados. "Salir no es tan fácil, pero sigo abierto a todo", dice.

"También cuenta el destino -dice Borneis-. No todas las regiones tienen las mismas necesidades. Ir a las grandes ciudades es un error. No hay nada en Berlín ni en sus alrededores, por mucho que esa ciudad sea la más cool: la tasa de paro alcanza allí el 11%. Hay escasez de mano de obra en el Rin-Neckar o en Stuttgart, con un paro que ronda el 5%. Y sobre todo, en pueblecitos del sur, donde un español nunca se lo imagina". Recaro, líder mundial en asientos de aviones, se encuentra junto a Schwäbisch Hall, pueblecito de 30.000 habitantes y a 80 kilómetros de Stuttgart...

Conocer las necesidades de cada uno de esos escenarios es razonablemente sencillo. El Gobierno alemán analiza el escenario a través de la web thejobofmylife.de (por ahora, sólo en alemán; pronto, en inglés y en castellano).

"Quien mire ahí verá dónde faltan jardineros o ingenieros", dice Esther Estany, responsable de intercambios internacionales del Servei d'Ocupació de Catalunya (SOC). Por ejemplo, se calcula que Alemania generará 130.000 puestos de trabajo para camioneros en los próximos cinco años: muchos de ellos se jubilarán pronto. "Entre el SOC y el Goethe, enseñaremos alemán a quince camioneros en Barcelona".


Leer más: http://www.lavanguardia.com/economia/20130210/54365245118/digicultad-emigrar.html#ixzz2KU0QqYq5
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