sábado, 16 de febrero de 2013

Defienden que deberían ser ellos mismos, como miembros de la carrera judicial, quienes elijan a los miembros del CGPJ


Defienden que deberían ser ellos mismos, como miembros de la carrera judicial, quienes elijan a los miembros del CGPJ

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ATLAS
Los jueces piden la despolitización del CGPJ
Un grupo de más de trescientos jueces denunciaron este sábado la«politización» del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y pidieron una democratización de la carrera judicial.
Una parte de este grupo de jueces, más de un centenar, se reunieron en el salón de actos de los juzgados de Plaza de Castilla de Madrid para debatir la «politización de la Justicia» y asuntos como la nueva ley de tasas o los casos de desahucios. Se trata de un grupo de jueces y magistrados de diferentes provincias que se pusieron en contacto por correo electrónico para elaborar documentos y debatirlos en asamblea.
Los que no pudieron acudir a esta reunión apoyaron las reivindicaciones y delegaron su voto en los presentes, explicó el portavoz del colectivo,Jesús Villegas. Villegas dijo que quieren denunciar que «los jueces no pertenecen a la clase política» y para que les respalde y defienda su trabajo, y no la clase política. «El CGPJ es un órgano político y los jueces no tienen nada que ver con él porque no eligen a sus miembros. Al estar elegidos por políticos hay un camino, un atajo para que puedan actuar contra un juez» en determinadas ocasiones, sostuvo.
El portavoz de este grupo aseguró que el Consejo General del Poder Judicial «tiene capacidad para influir en la labor cotidiana de un juez», ya que «por ejemplo puede decidir abrir un expediente disciplinario» contra un magistrado cuya conducta no comparta. Subrayó que, en casos de investigaciones a políticos por posible corrupción, «el político no puede elegir quién le investiga», pero esto puede llegar a ocurrir porque el CGPJ tiene la posibilidad de sustituir a un magistrado por otro.
Ante esta situación, el grupo de jueces reunidos aboga por volver a la ley de 1980, en la que, según ha recordado, los jueces elegían a sus representantes, y ha lamentado que el PP no haya acometido este cambio, a pesar de que lo incluía en su programa electoral.
En la reunión, el colectivo abordó asuntos como la nueva ley de tasasque, en su opinión «no puede afectar a los menos favorecidos», o los casos de desahucios, que se deben flexibilizar, y, según el portavoz, los magistrados «aplican con llanto». También debatieron acerca de la carga de trabajo de los jueces «para que los ciudadanos tengan una justicia de calidad».

domingo, 10 de febrero de 2013

Hannah Arendt y la banalidad del mal 1/5

Las Dificultades de Emigrar a Alemania


Irse es fácil; triunfar, no tanto
Portada del suplemento Dinero del domingo 10 de febrero de 2013 LVE
Estos no son los años sesenta. No vale todo ni de cualquier manera. "Por mucho que una empresa alemana busque a un par de ingenieros españoles, y créame, muchas empresas tienen esa necesidad, no contratará a ese par de ingenieros que haya llegado allí en coche, de cualquier forma, sin haber contactado antes. La empresa nunca pensará que esos ingenieros son gente seria. Nunca los cogerá". Michael Brandenburg, director internacional ejecutivo de Iese, utiliza el ejemplo para argumentar una tendencia: la mitad de los 16.000 españoles que se habían ido a Alemania el año pasado, en busca de trabajo, han regresado a España con el rabo entre las piernas.

"Quienes se fueron de esa forma se equivocaron -le corrobora Marc Borneis, subdirector del instituto Goethe de Barcelona-. Algunos pensaron que les bastaría con sacarse el billete, presentarse allí y, mientras agotaban los recursos que les facilitaban sus padres, encontrar cualquier trabajo. ¿Y qué les pasó? Pues que se vieron sirviendo copas en un restaurante, en vez de trabajando como ingenieros, que era su sueño. Así que se desanimaron y se rindieron...".

Todos los expertos repiten una máxima: para hallar trabajo cualificado en Alemania, mejor informarse bien, presentarse bien y venderse caro.

Una apreciación abre esta información: estos no son los años sesenta. Y es cierto. En los sesenta, los españoles se fueron a Alemania en oleadas. Pero las circunstancias eran otras. Sacudiéndose los escombros de la Segunda Guerra Mundial, Alemania iba escasa de brazos. Organizaba oficinas de reclutamiento de Turquía y recurría a los vecinos del sur en busca de manos no cualificadas. Le faltaban peones. España puso su parte.

Ahora, Alemania dice necesitar ingenieros (hay trabajo para unos 72.000), enfermeros o médicos. Mano de obra cualificada. Y esa característica, la de la cualificación, encierra otras servidumbres: hay que conocer el idioma y las cuestiones interculturales alemanas y empresariales. Ya se ha dicho: no vale todo ni de cualquier manera. Para emigrar allí, hay que prepararse.

El Instituto Goethe también pone su parte. A través de este se articula un buen puñado de ofertas de trabajo. La entidad se mantiene en contacto con el Gobierno alemán y con distintas administraciones federales, como la región metropolitana del Rin-Neckar, en el sudoeste del país. Periódicamente, representantes regionales y empresarios celebran reuniones con candidatos a un puesto. Lo hacen en el Goethe, en Barcelona, donde también se dan clases de alemán y orientación profesional: cómo preparar un currículum en alemán, cómo hallar trabajo allí o cómo elaborar una carta de motivación (el argumento que mueve a alguien a buscar trabajo en una empresa)...

"Alemania busca médicos, enfermeros, ingenieros eléctricos y mecánicos y expertos en hostelería y gastronomía", dice Beate Raabe, jefa de prensa de la Oficina Central de Colocación (ZAV) de la Agencia Federal Alemana de Empleo. En total, la ZAV habla de 800.000 ofertas de trabajo, aparte de otras 200.000 ofertas para aprendices. Según el VDI (la Asociación de Ingenieros Alemanes), un ingeniero, en su primer año allí, cobra de 27.000 a 43.000 euros anuales.

En un intercambio de correos electrónicos, Xavier Codina (26 años) recoge su experiencia como ingeniero de aplicaciones en una empresa instalada en Aquisgrán, en Renania del norte-Westfalia. Se había ido a Munich en verano, respaldado por su amplio dominio del alemán y un buen listado de compromisos. Desde Barcelona, antes de partir, había concertado tres entrevistas de trabajo, una de ellas con Basf. "Sin embargo, la oferta de mi actual compañía era la que más me convenció, tanto por su tamaño como por mis posibilidades de crecer profesionalmente", cuenta, antes de alcanzar una conclusión: "Cinco meses más tarde, opino que he tomado la decisión correcta".

Marc Pejoan (30), ingeniero de telecomunicaciones con un MBA en Esade, se mantiene a la expectativa. Ya ha celebrado tres entrevistas con Basf, aunque los encuentros no han ofrecido resultados. "Salir no es tan fácil, pero sigo abierto a todo", dice.

"También cuenta el destino -dice Borneis-. No todas las regiones tienen las mismas necesidades. Ir a las grandes ciudades es un error. No hay nada en Berlín ni en sus alrededores, por mucho que esa ciudad sea la más cool: la tasa de paro alcanza allí el 11%. Hay escasez de mano de obra en el Rin-Neckar o en Stuttgart, con un paro que ronda el 5%. Y sobre todo, en pueblecitos del sur, donde un español nunca se lo imagina". Recaro, líder mundial en asientos de aviones, se encuentra junto a Schwäbisch Hall, pueblecito de 30.000 habitantes y a 80 kilómetros de Stuttgart...

Conocer las necesidades de cada uno de esos escenarios es razonablemente sencillo. El Gobierno alemán analiza el escenario a través de la web thejobofmylife.de (por ahora, sólo en alemán; pronto, en inglés y en castellano).

"Quien mire ahí verá dónde faltan jardineros o ingenieros", dice Esther Estany, responsable de intercambios internacionales del Servei d'Ocupació de Catalunya (SOC). Por ejemplo, se calcula que Alemania generará 130.000 puestos de trabajo para camioneros en los próximos cinco años: muchos de ellos se jubilarán pronto. "Entre el SOC y el Goethe, enseñaremos alemán a quince camioneros en Barcelona".


Leer más: http://www.lavanguardia.com/economia/20130210/54365245118/digicultad-emigrar.html#ixzz2KU0QqYq5
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miércoles, 6 de febrero de 2013

Como Acabar con la Corrupción: Una prioridad


El análisis económico se ha preocupado históricamente por casi todos los aspectos que rodean la actividad humana. Son conocidos los trabajos de Becker sobre la familia, el crimen o la discriminación, los de intención de voto de Shapley o las bases contractuales y constitucionales de la teoría económica de Buchanan. En general, la aparición de nuevos problemas en las relaciones humanas genera el interés de los economistas, que investigan las causas y consecuencias de los mismos. La corrupción, compañera del ser humano desde sus inicios, ha sido sin embargo una línea de investigación tabú para los economistas, tal y como señaló elNobel Myrdal. Artículos como el clásico de Rose-Ackerman (“The economics of corruption”) fueron escasos hasta los años 90, momento en el que la literatura económica abordó el problema desde múltiples perspectivas.
Uno de los aspectos más interesantes es el que relaciona la corrupción con el crecimiento económico. Según el Banco Mundial, todos los años se distraen de la actividad económica formal entre 1 y 1,5 billones de dólares (trillones norteamericanos). Distintas agencias internacionales como la Cámara Internacional de Comercio, el Foro Económico Mundial o las Naciones Unidas apuntan a que la corrupción alcanzaría un 5% del PIB mundial. La Unión Europea emitió uninforme en 2011 en el que alertaba sobre la pérdida anual de alrededor del 1% del PIB de la UE (unos 120.000 millones de euros) en actividades relacionadas directamente con ella. En China, de acuerdo con diversos informes, el PIB estaría dejando de recoger del orden de un 14% de la actividad económica real. Los análisis del Banco Mundial señalan que la mortalidad infantil podría disminuir nada menos que alrededor del 75% y la actividad económica tres puntos más en los países más afectados.
A mayor cantidad de normas, a mayores restricciones a la libertad, a más control público, más incentivos para corromper. Sólo con más libertad se combate la corrupciónSon varias las causas de la corrupción, todas ellas relacionadas siempre de forma general con la intervención del Estado en la economía y, de forma particular, con la política gubernamental. Ya Krueger planteaba que las restricciones al comercio eran fuente de corrupción (el título de su artículo, "The rent-seeking society", es revelador al respecto). Ades y Di Tella observaron cómo a mayor grado de apertura de la economía, menos corrupción, y en un artículo anteriorseñalaron que los subsidios a las manufacturas mostraban una significativa correlación positiva con los índices de producción. La abundancia de recursos naturales (como indican Sachs y Warner), los bajos salarios de los empleados públicos (junto con la percepción ser inmunes a las sanciones, como señalan Haque y Sahay, del FMI) o tanto la obra pública como la industria militar (de acuerdo con Shleifer y Vishny, que las señalan como ejemplo de actividades en las que el precio de mercado es difícil de determinar) son elementos coadyuvantes. Goel y Nelson, del Banco Central de Finlandia, señalan la íntima relación entre el tamaño y el alcance del Gobierno con la corrupción, señalando que a mayor descentralización, menor corrupción. No son los primeros en presentar la presencia histórica de un país como un elemento cultural a considerar.
Las consecuencias económicas de la corrupción (de las morales no voy a hablar aquí) son variadas. Mauro efectúa un muy interesante análisis del efecto de ella en la estructura de gasto de los países, empleando una muestra de más de 100, y comprueba una primera, terrible. Una mayor corrupción afecta al gasto en educación. Previamente había observado cómo una mejora de una desviación típica en el índice de corrupción se asociaba a un incremento de la inversión de un 5% y un crecimiento del PIB de 0,5 puntos.
Las soluciones posibles pivotan entre dos extremos, ambos moralmente objetables. La coacción (representada por el ejército de inspectores de Hacienda, al servicio de un Estado Leviatán en la concepción de Brennan y Buchanan) y la compra de voluntades individuales por el Estado (como la de las loterías señalada por Wan en su “The incentive to declare taxes (…)” de 2010; la idea, en vigor desde los años 50 en Taiwán y adoptada recientemente por China, consiste en incentivar a los ciudadanos por no defraudar, en vez de sólo perseguir la evasión con todos los gastos (y frustración) que ello supone, mediante la incorporación de un número de lotería en el recibo oficial de venta. Según el autor, y a pesar de que señala que los premios deberían ser mayores para conseguir una optimización del efecto, los ingresos fiscales se incrementaron un 17% en el período de estudio). Aunque lo que claramente ha probado la historia es que el arma más eficaz es la reducción de los impuestos; desaparece el incentivo a no pagar el IVA cuando este disminuye a niveles razonables y, como probó el denostado por muchos economistas delmainstream Arthur Laffer, mejorar con ello la recaudación fiscal (que si a nivel macroeconómico a algunos no nos deja ninguna duda, a nivel micro aún menos; De Boer, por citar sólo un ejemplo, prueba cómo una reducción del 1% de los impuestos en las loterías genera un incremento de las ventas en un 1.2%). Sin duda es esta la solución menos objetable moralmente, al no generar estímulos al fraude ni reducir la voluntad individual a un objeto del tráfico mercantil.
La libertad económica contra la corrupción
Hace pocos días, Diego Sánchez de la Cruz, en un interesante artículo, planteaba que la libertad económica era la receta más efectiva contra la corrupción. Citaba el informe de Pavellas de 2010, que relaciona la posición de un país en el índice de Transparency International con el de libertada económica de la Heritage Foundation. Una somera actualización de la relación permite observar que los cinco primeros países del último ranking de libertad económica están situados entre los 14 primeros del Índice de Percepción de Corrupción 2012 de Transparency International; ninguno de ellos obtiene menos de 77 puntos (en una escala de 100, en la que el mejor obtiene 90). De los cinco últimos con menos libertad económica, sólo Cuba se encuentra en una posición intermedia (48 puntos en la escala de Transparency International), encontrándose los otros cuatro entre los 25 más corruptos del mundo. En el siguiente gráfico relaciono la puntuación en el Índice de Libertad Económica de 2012 (eje horizontal) con la del Índice de Percepción de la Corrupción de la misma fecha (eje vertical); a diferencia de Pavellas, he optado por un ajuste exponencial, frente al suyo lineal. Ambas características presentan un 67% de causas comunes. Se comenta por sí mismo.
 
Así pues, parece claro que, en economías como la nuestra, sin acceso a recursos naturales pero en las que la actividad económica se rige fundamentalmente por los designios públicos, la solución pasa por una reducción de la intervención estatal en la economía. Piensen en el Plan PIVE (que planteo simplemente como ejemplo, sin segundas intenciones): el Gobierno subvenciona la adquisición de vehículos con ciertas características, con el sano deseo de recuperar la actividad productiva y el empleo. ¿No podría darse el caso, hipotéticamente, de que los fabricantes presionasen al Gobierno para mejorar su posición? ¿No sería más razonable reducir los impuestos que gravan el sector? Claro que entonces el Ejecutivo dejaría de tener el control sobre esa parte de la actividad económica, permitiendo al ciudadano tomar sus propias decisiones sin otras restricciones que las de su propio presupuesto.
A mayor cantidad de normas, a mayores restricciones a la libertad, a más control público, más incentivos para corromper. Como le dije a Diego, sólo con más libertad se combate la corrupción.

domingo, 3 de febrero de 2013

Luis Barcenas el administartivo de la caja de zapatos


Luis Bárcenas saliendo de su domicilio el pasado día 23 de enero. | Gonzalo Arroyo
G. Suárez | J.C. Villacañas |
Actualizado domingo 03/02/2013 19:49 horas
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Madrid, 1982. Un chaval apocado, con un traje viejo y los zapatos rotos, llega a la antigua sede de Alianza Popular en la calle Silva. Es su primer día de trabajo como administrativo de partido: un cargo anodino que, sin embargo, él convierte en su catapulta profesional. Año tras año se va haciendo con el control de las finanzas de la formación. Tanto prospera que su mísero calzado juvenil cede el paso a carísimos mocasines. Y encuentra un nuevo uso para las cajas: los empresarios sin escrúpulos utilizan estos recipientes para entregarles sus presuntas mordidas. "Francisco Correa dio más de seis millones a Luis Bárcenas en cajas de zapatos", denunció José Luis Peñas, el ex concejal del PP ennMajadahonda que destapó el 'caso Gürtel'.
Esas cajas de zapatos (y dinero) eran la clave del poder de Bárcenas en Génova. Allí lo apodaban Míster No por su racanería a la hora de autorizar los gastos. Él era quien subía los sueldos, quien ponía secretarias, quien pagaba los taxis... Aunque hoy, caído en desgracia, le han cambiado el mote: se le conoce como Tarzán, el que llegó al partido con un taparrabos... y ha salido forrado.
Parte de su botín -941.000 euros- lo invirtió en un pisazo de 150 m² en la mejor zona de Baqueira. Allí, en la exclusiva estación de esquí leridana, se refugió en plena tormenta. El 30 de enero de 2013 se dejó ver en elHotel Rafael, donde cenó mientras veía el Madrid-Barça. A esas alturas, ya intuía que parte de sus papeles secretos verían la luz al día siguiente. Incluso él, que escaló el Everest en su juventud, sentiría un regusto de vértigo ante el ochomil que tenía por delante.
De nuevo, su herramienta de trabajo eran unas cajas. Pero no las de zapatos llenas de dinero, sino las que contenían los papeles que se había llevado de Génova. Los apuntes publicados detallan, en su letra abigarrada, la presunta contabilidad B del partido durante sus años de gerente. En un apartado constaban las donaciones privadas de empresarios; en otro, los pagos a toda la cúpula del partido... No se libraba ni el actual presidente del Gobierno, Mariano Rajoy.
Pero ahí no termina su archivo. Según ha sabido Crónica, a mediados de enero, cuando se filtraron los datos de su cuenta suiza, Bárcenas visitó a su notario de confianza en Madrid. Allí depositó varias cajas repletas de documentos con una instrucción precisa: que se publicaran si él ingresaba en prisión. Se trata de papeles infinitamente más completos que los publicados hasta la fecha, con cifras aún más escandalosas... Un auténtico botón nuclear contra cualquier tentación de enchironarle.
Bárcenas, cenando en un restaurante de lujo de Carcassonne en plena polémica. | EL MUNDO
Bárcenas, cenando en un restaurante de lujo de Carcassonne en plena polémica. | EL MUNDO
Era la venganza del gran corruptor. Del hombre que hackeó el mayor partido de España. No sólo manejaba la caja, donde se guardan los peores secretos. También llegó a controlar la puerta: tal era su poder que colocó a su cuñado, Antonio de la Fuente, de jefe de seguridad. "Con este caso se podría escribir una tesis doctoral sobre cómo un tesorero se hace con el control de un partido", dice Jorge Verstrynge, secretario general de AP en los inicios de Bárcenas.
Un episodio retrata su insólita capacidad de supervivencia. Ocurrió en 1986, cuando Antonio Hernández Mancha ocupó la presidencia de AP. Una de sus primeras decisiones fue echar a Bárcenas, de cuyos métodos no se fiaba en absoluto. "Incluso se le pagó la indemnización correspondiente", recuerda Arturo García-Tizón, secretario general de la época.
Pero Manuel Fraga regresó a la presidencia en 1989. Y, para sorpresa de los manchistas, recuperó al desahuciado Luis Bárcenas, que se puso a las órdenes del nuevo tesorero, Rosendo Naseiro. Encima, con un rango superior. "Menudo negocio ha hecho este", comentaban, entre el asombro y la congoja, sus enemigos del partido.
No fue su primer ni su último negociete. Hoy acumula un patrimonio inmobiliario de 3,3 millones: la casa de Baqueira, otra en Marbella, más su pisazo en el barrio de Salamanca de Madrid, donde también se le ha visto en plena crisis. Aún más abultada es su célebre cuenta suiza, en la que llegó a acumular 22 millones y que camufló con 14 presuntos testaferros: un ugandés, dos canadienses, cinco bermudeños... Además, las autoridades sospechan que aún oculta gran parte de su fortuna en paraísos fiscales como Bermudas, Panamá o las Islas Vírgenes.
No está mal para el joven Luisito, nacido el 22 de agosto de 1957 enCalañas (Huelva). Su padre, director de una sucursal del Banco Central en Badajoz, autorizaba los créditos a un pujante empresario de la zona, Ángel Sanchis. Y cuando a este le nombraron tesorero de Alianza Popular, le devolvió el favor fichando para el partido a Luis, licenciado en Empresariales por Icade.
Allí, en la universidad, Bárcenas había conocido a Luis Fraga Egusquiaguirre. El sobrino del fundador de AP se convirtió en su compañero de lecturas -Joseph Conrad- y viajes a la montaña. Juntos, abrieron una nueva vía de ascenso al Everest en 1987, aunque a su vuelta muchos dudaron de la veracidad de su hazaña. También han coronado el Monte Olimpo (2.917 metros) y el Elbrus, la cima del Cáucaso (5.642 metros).
En AP, Luis Bárcenas logró algo más que un trabajo. Aquel día que llegó a la sede con los zapatos raídos estaba casado y tenía un hijo. Pero se enamoró perdidamente de una telefonista, Rosario Iglesias Villar, hija de un taxista, con quien se casó y tuvo a su segundo hijo, Guillermo. El divorcio se tramitó desde las propias oficinas de Génova, con la rúbrica de un abogado que actualmente forma parte de la dirección del partido.
De inmediato, el joven Bárcenas se encargó de los pagos de las campañas electorales. Era un negocio turbio, lubricado con las donaciones anónimas de empresas y particulares. "Visto lo que ha sucedido en el 'caso Gürtel', da la impresión de que el sistema ya estaba asimilado y funcionando desde unas décadas antes", sentencia un dirigente histórico de AP. "No es que Bárcenas sea una parte del 'caso Gürtel': es que 'Gürtel' era parte del caso Bárcenas".
Bárcenas charla con Cospedal, una de las primeras en reclamar su dimisión. | EL MUNDO
Bárcenas charla con Cospedal, una de las primeras en reclamar su dimisión. | EL MUNDO
Muchos ven paralelismos entre la trama de Correa y el 'caso Naseiro', que estalló en 1990, recién llegado José María Aznar a la presidencia del PP. Unas escuchas a un narcotraficante destaparon una trama de financiación ilegal en el partido. Tal fue el escándalo que el eurodiputadoFernando Suárez exigió que se celebrara una Junta Directiva Nacional para depurar responsabilidades.
Nadie le hizo caso. Además, la trama no llegó a juzgarse por un defecto de forma. Sin embargo, se llevó por delante a Naseiro, el tesorero, y a Sanchis, su mentor. El joven Bárcenas, que aparecía tangencialmente en las grabaciones, salió indemne. Una vez más.
No sólo eso: el relevo le benefició. Aznar nombró tesorero al veteranoÁlvaro Lapuerta, abogado del Estado de rica familia riojana, en la confianza de que un millonario no metería la mano en la caja. Bárcenas supo ganarse el favor de su nuevo jefe, que delegó en él la gestión del partido. "En el día a día, el que llevaba los asuntos del dinero era él", cuenta un ex alto cargo de Génova.
Bárcenas no tardó en aprender los secretos del oficio. Intuyó enseguida que los políticos adoran los focos, pero odian la intendencia. Con él entre bastidores, podían dedicarse a la alta política con la tranquilidad de que las cosas rutinarias -las nóminas, los mítines- estarían resueltas. "Era el fontanero perfecto, que sabía descargar a sus jefes de trabajo para que pudieran lucirse", resume el ex alto cargo.
La política, en realidad, le daba igual. Cuando el PP llegó al poder en 1996, su amigo Francisco Álvarez-Cascos, el vicepresidente primero, le ofreció un alto cargo en La Moncloa. Pero él prefirió quedarse en su modesto despacho del sexto piso de Génova, con sus cuadernos atiborrados de números. Así fue acumulando las cajas de documentos que ahora usa como chantaje.
Ya entonces algunos recelaban de su poder excesivo. Le veían genuflexo ante los jefes y autoritario con los subordinados. Sospechaban de sus trajes impecables, de su pose de dandy, de su cabellera esculpida con gomina... "Es el típico pijo madrileño", decían de él, que fue acumulando enemigos en su ascenso a la cumbre, especialmente cuando se supo que su sueldo, más de 200.000 euros, triplicaba el de un ministro.
'¡Yo me pago los trajes!'
Pero ni sus rivales más suspicaces se imaginaban el patrimonio que Bárcenas estaba acumulando. Salvo en su vestimenta -"¡Y yo sí que me pago los trajes!", suele decir- nunca fue un hombre de ostentaciones. Si acaso, rechinaban sus viajes por el mundo para practicar sus dos grandes aficiones: el alpinismo y el heliski, que consiste en ascender en helicóptero hacia grandes cimas, para luego esquiar sobre kilómetros de nieve virgen.
Bárcenas entra en el Supremo. | Alberto di Lolli
Bárcenas entra en el Supremo. | Alberto di Lolli
Precisamente la montaña ha sido su refugio en los momentos más duros del 'caso Gürtel'. En 2009, cuando estalló el escándalo, escaló el Aneto, el pico más alto de los Pirineos (3.404 metros) y lo bajó con los esquíes que cargaba a sus espaldas. El año pasado, celebró su imputación en la Audiencia Nacional con una expedición de heliski a Armenia junto a su hijo, que presumió de la aventura en Facebook. Y, en las primeras semanas de 2013, se le vio esquiar en Baqueira, aparentemente ajeno al lío que provocaron sus papeles.
El origen de este escándalo se sitúa hace dos décadas. A principios de los 90, Bárcenas intimó con Correa con el beneplácito de Cascos, entonces secretario general. Los tres emprendieron el camino hacia el gobierno en perfecta armonía: Cascos pedía, Bárcenas contrataba y Correa ejecutaba. En aquella época, nadie parecía conocer la influencia de las cajas de zapatos en tan fructífera relación.
Pese a sus diferencias, Correa congenió con Bárcenas. El primero era un nuevo rico que presumía de sus contactos y sus posesiones. El segundo, un hombre discreto que prefería la sombra. Pero ambos compartían su gusto por los restaurantes selectos, las vacaciones de postín y, sobre todo, los negocios rápidos y lucrativos.
En 2004, la llegada de Rajoy al poder rompió el esquema. Al gallego le susurraron al oído cosas feas sobre sus fontaneros. Sin embargo, en plena guerra interna, no se vio con fuerzas de echarlos. "Es que es un lío, oye", dijo Rajoy, que se conformó con prescindir de los servicios de Correa, que ya estaba medio peleado con el gerente.
Poco a poco, el eterno superviviente logró ganarse la confianza de su nuevo jefe. En 2008, tras el cruento congreso de Valencia, Rajoy diseñó una ejecutiva a su medida. Y, tras jubilar a Lapuerta, entregó el cargo al eterno Bárcenas. Veintiséis años después, el anodino administrativo había culminado su ascenso a la cúspide de Génova. "Tras el presidente y el secretario general, el tesorero es la tercera persona más poderosa del PP", asegura un ex alto cargo popular.
El gozo apenas le duró un año. A comienzos de 2009, el 'caso Gürtel' estalló con la detención de Francisco Correa. Y se filtraron unas conversaciones con José Luis Peñas, el de las cajas de zapatos, que lo registró todo con una grabadora escondida en el bolsillo de la chaqueta. "Yo a Bárcenas le he llevado, yo he hecho con él un día... Vamos a sumar, 1.000 millones de pesetas. Yo, Paco Correa, le he llevado a Génova y a su casa", se pavoneó el cabecilla de la 'Gürtel' en diciembre de 2007.
El ex tesorero del PP, con su hijo de viaje en Armenia. | EL MUNDO
El ex tesorero del PP, con su hijo de viaje en Armenia. | EL MUNDO
La contabilidad B de Correa parece confirmar estas sospechas. En ella, figuran varias anotaciones de pagos de dinero a "L.B.", "L. Barc" y a "Luis, El Cabrón". En total, la investigación le acusó de cobrar 1.353.000 euros de la trama corrupta a cambio de contratos. Luego sería imputado por fraude fiscal, cohecho y blanqueo de capitales.
De pronto, Bárcenas tuvo que abandonar su plácida penumbra. Las cámaras le aguardaban a la puerta de casa. El atlético tesorero, que pulía sus músculos en un pijísimo gimnasio de la calle Serrano, no se cansó de proclamar su inocencia. Aun así, el estrés le hizo perder 17 kilos.
El partido se dividió. Sus amigos, capitaneados por Javier Arenas, lo defendieron. Otros, como María Dolores de Cospedal, exigían su decapitación. Y Rajoy, en modo gallego, le permitió una dimisión por fascículos, como si fuera una novela de suspense. El 28 de julio de 2009,renunció "temporalmente" a su cargo de tesorero; el 8 de abril de 2010, abandonó el partido; y el 19 de abril de ese año, dejó la política "para siempre".
Así, Bárcenas abandonó su despacho. A ese habitáculo, en un corner de la sexta planta, acudía supuestamente la cúpula del PP para cobrar sus sobres tras las reuniones de maitines. Eso sí, para no desairar del todo a su ex tesorero, el partido le cedió un cuarto en otra planta, la sala Andalucía, para que conservara sus papeles. La peligrosa huella de sus tres décadas de trabajo en el PP.
Eso sí, Bárcenas se llevó los documentos más sensibles. Así creció la sospecha de que poseía nueve cajas con información explosiva. Se habló de que las haría públicas si el PP no intercedía en su favor ante la Justicia. Pero Rajoy ni pestañeó cuando le preguntaron por el presunto chantaje: "No me consta".
El 1 de septiembre de 2011, Bárcenas recibió una noticia positiva: el juez archivó el caso por falta de pruebas. Pero, en marzo de 2012, la Audiencia Nacional decidió reabrirlo. Sin mucha esperanza, el juezPablo Ruz había mandado a Suiza una petición de los datos bancarios del ex tesorero. Creía que, como mucho, le enviarían una pequeña confirmación, unas pocas páginas e incluso la negativa por falta de datos precisos. Pero la respuesta le sorprendió: 6.000 folios. Un informe más que completo: único.
La esposa de Bárcenas, Rosalía Iglesias, en el TSJ de Madrid. | A. Cuéllar
La esposa de Bárcenas, Rosalía Iglesias, en el TSJ de Madrid. | A. Cuéllar
El Gobierno sospecha que es la represalia suiza por su negativa a extraditar a Herve Falciani, el ex empleado del HSBC que robó 130.000 ficheros de clientes. De ellos, 3.000 pertenecen a españoles con cuentas en la banca privada. Entre ellos, al parecer, estaría el propio ex tesorero. Mientras, Pablo Ruz ya ha solicitado al menos 30 requerimientos adicionales a Suiza.
Gracias al informe helvético, cuya publicación provocó la visita de Bárcenas al notario, conocemos todos los detalles de sus cuentas suizas. Por ejemplo, que utilizó el mismo especialista en blanqueo de dinero queGao Ping, el líder de la trama china desarticulada en la 'operación Emperador'. O que, en cuanto estalló el 'caso Gürtel', vació su cuenta con ayuda de Ángel Sanchis, su mentor, el ex tesorero que le colocó en AP. Treinta años después, el círculo se cerraba...
Pero quedaba la pieza más sustanciosa del escándalo. Dos días después, el 18 de enero, EL MUNDO reveló a cinco columnas que Bárcenas pagó durante años sobresueldos en negro a parte de la cúpula del PP [léalo en Orbyt]. La polémica se disparó aún más el 31 de enero de 2013, con la publicación de los presuntos papeles de Bárcenas, desmentidos tanto por el PP como por el propio ex tesorero.
Nadie sabe dónde llegará el escándalo. Algunos incluso citanTangentópolis, la trama italiana que, hace 20 años, derribó el sistema político que llevaba medio siglo en el poder. ¿Ocurrirá algo parecido en España?
Quizá la respuesta esté en esas cajas que se custodian en una notaría. A Bárcenas, el partido se lo dio todo: un trabajo, una reputación, incluso una familia y muchas cajas de zapatos. Ahora, parece dispuesto a torpedearlo para salvarse. Es la venganza del gran corruptor.