viernes, 3 de febrero de 2012

Jose García Abad: El Hundimiento

El autor de "El hundimiento socialista" augura un congreso del PSOE en falso
Noticias EFE
Madrid, 25 ene (EFE).- El periodista y escritor José García Abad, autor de "El hundimiento socialista", augura que el congreso federal del PSOE del próximo día 11, en el que se encumbrará al futuro líder, supondrá una "salida en falso" a la crisis que está viviendo esta formación política, la mayor de su historia.
Así lo ha asegurado hoy Abad, analista político que se define como un hombre de izquierdas sin carné, durante la presentación de su último libro, "El hundimiento socialista", editado por "Planeta", en el que hace un repaso de la historia de ese partido y advierte de que "corre el riesgo" de convertirse en "irrelevante".
Abad opina que el próximo congreso del PSOE, en el que se relevará a José Luis Rodríguez Zapatero al frente de la secretaría general, es un remedio "cosmético" a la crisis del partido, como el que, en su opinión, se hizo con la sucesión de Felipe González.
En este sentido, sostiene que ese proceso es "prácticamente calzado" al que se produjo con el nombramiento de Zapatero y avisa de que una "crisis tan grande" no se dirime en un fin de semana, sino que lleva tiempo y precisa de una reflexión profunda.
Para este analista político, autor de varias publicaciones como "El maquiavelo de León" o "Las mil caras de Felipe González", ninguno de los dos candidatos que se presentan, Alfredo Pérez Rubalcaba o Carme Chacón, son la solución para el partido.
Del primero, al que atribuye su gran aportación a la victoria de Zapatero por su célebre frase "los españoles merecen un Gobierno que no les engañe", destaca que su serio compromiso con el PSOE le ha llevado a presentar su candidatura, en el que será su "último servicio" al partido para ayudar a buscar un líder.
Sobre Chacón, opina que tiene una "ambición sin límites", sustentada por su esposo, Miguel Barroso, que la quiere hacer presidenta del Gobierno de España, y que representa el "zapaterismo en estado puro", como evidencia, según ha dicho, que formó parte de su "camarilla" y del "gobierno paralelo" que hizo el expresidente.
Abad advierte de que, si el PSOE no quiere convertirse en un partido irrelevante, como le ocurrió a UCD, tiene que recuperar un discurso "coherente y progresista" para convencer a la ciudadanía de que hay una alternativa al PP.
"El hundimiento socialista" hace un repaso por la historia del partido e indaga en los acontecimientos que llevaron al PSOE, que gobernó España durante 21 años, frente a los ocho del PP, a convertirse en un partido "rural", tras la perdida de Madrid y de otras capitales.
Achaca a Zapatero la mayor parte de la culpa del descalabro socialista, pero afirma que también tuvo mucho que ver el cierre en falso de la crisis que se derivó tras años de Felipe González en el poder.
De Zapatero dice que nadie en su partido pensaba que iba a ganar las elecciones de 2004 y lo atribuye, al igual que muchos miembros de su partido, al factor "suerte". EFE

El Psoe bajo minimos

La debacle obliga al PSOE a refundarse
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GABRIEL SANZ / MADRID
Día 21/11/2011
Nada que ver la situación en la que amanece el PSOE hoy con la que le sobrevino cuando Felipe González perdió el poder (1996). Ni siquiera con la del PP al salir José María Aznar en 2004. Ambos dejaron tras de sí una amplia representación territorial con la que sus partidos hicieron oposición. Tras la debacle autonómica y municipal del 22 de mayo (pérdida de cientos de alcaldías, 2.300 concejales y miles de empleos añadidos), a los socialistas solo les quedan las alcaldías de Zaragoza, Cuenca, Toledo, Soria, Segovia, Tarragona, Lérida, Lugo y Orense, y dos «barones» en precario: el presidente andaluz José Antonio Griñán, que puede perder el principal feudo de los últimos 30 años, y el vasco Patxi López, a quien no le salen las cuentas para repetir mandato en Ajuria-Enea tras la irrupción de Bildu.

«Iremos por partes», reconocía esta semana a ABC un dirigente regional del PSOE, temiéndose el duro revés vivido anoche en Ferraz. Y es que el calendario impone hoy a la Ejecutiva que todavía dirige José Luis Rodríguez Zapatero tomar decisiones inmediatas, antes de decidir la fecha del 38 Congreso, un trámite más o menos claro: enero/febrero. Por ejemplo, decidir quién va a dar réplica a Mariano Rajoy. El plural mayestático que usó anche Rubalcaba —«pasamos a liderar la oposición y así lo vamos a hacer»—, indica que quiere ser él. Y no todo el mundo consultado anoche por ABC estaba de acuerdo.

Un destacado miembro del Gobierno resalta otra cuestión a tratar: «¿Qué postura vamos a adoptar ante las reformas de caballo que va a tener que aplicar Rajoy en las primeras semanas?». Rubalcaba se queda, de momento, para responder a eso garantizando que un PSOE en shock no se desmanda. Es lo que quiere la «vieja guardia» que le puso de candidato, desde Felipe González a Manuel Chaves. Este advierte que hay que «dejar seguir» a Rubalcaba invistiéndole secretario general. Y, si no, alguien pactado en el «aparato». No a un congreso abierto como el que llevó a Zapatero a la Secretaría General en 2000.

Rubalcaba, de momento
Pero como la derrota ha sido tan rotunda, y el PSOE exige un cambio, Rubalcaba se puso anoche al frente de la manifestación «pidiendo» a Zapatero que convoque el cónclave socialista. Algo redundante que el secretario general ya ha dicho que hará, a la espera de otras decisiones clave. Por ejemplo, quienes del PSOE forman la Mesa del Congreso y la Dirección del Grupo Socialista. José Antonio Alonso, el exportavoz, y el ministro Ramón Jáuregui, están en la mente de todos, pero también sobresale el nombre de Eduardo Madina, el cual ya ocupó cargo de secretario general del grupo. De él ha dicho Rubalcaba: tendrá el futuro «que quiera».

Madina y Carme Chacón, ambos «zapateristas», son los únicos diputados jóvenes que destacan. Rubalcaba no permitió más renovación en las listas que pudiera hacerle «sombra». No en vano, cuando un sector del PSOE extremeño quiso que Fernández-Vara diera el salto a la Cámara Baja, el candidato dijo no. Lo mismo pasó con el alcalde toledano, Emiliano García-Paje. Anoche, Vara declaraba que, en su caso, «lo nacional está descartado» y añadía que Rubalcaba «tiene derecho a presentarse» a la Secretaría general.

La ministra de Defensa es la «número uno» por Barcelona y siempre podrá decir que ganó para el partido la única provincia, junto a Sevilla. Ha dejado claro esta semana que volverá a pugnar con Rubalcaba, si es que éste sigue, por el liderazgo del PSOE tras el fiasco de las primarias de mayo.El Comité Federal todavía no ha convocado el congreso de febrero —lo hará este sábado o el 3 de diciembre—, pero las federaciones ya echan cuentas. Hay cuatro territorios clave. La delegación más numerosa es Andalucía (251 de los 995 compromisarios al 37 Congreso). Ahora irá dividida porque Griñán quiere a Chacón y Chaves a Rubalcaba.

La segunda más importante es la del PSPV. Hace cuatro años acudieron al Palacio Municipal de Congresos 103 delegados de la Comunidad Valenciana. Es uno de los baluartes de Rubalcaba porque creen que la elección de una secretaria general catalana dificultaría su labor de oposición en su comunidad. Cataluña, la tercera en número de delegados (96 en el 37 Congreso), se le presupone una mayor cercanía con su cabeza de lista a estas elecciones, Carme Chacón. Igual que la cuarta, Madrid (79 delegados en 2008), pero por distintos motivos. El agrio enfrentamiento Rubalcaba/Tomás Gómez parecía seguir anoche. Tras escuchar la intervención del candidato, Gómez pidió que el sucesor de Zapatero sea elegido en primarias porque hay que poner «un punto y aparte» y hacer una catarsis en el partido.

Patxi López, ¿el tapado?

Una de las incógnitas del cónclave es qué hará la quinta delegación en número de compromisarios, Castilla-La Mancha (59 delegados en 2008). Su secretario general, José María Barreda, es abiertamente «chaconista» pero José Bono, no. Esos votos, más los que Chaves arrastre en Andalucía, y la Comunidad Valenciana, podrían jugar a favor de Patxi López. Si Rubalcaba lo ve mal, le cederá sus fuerzas para que se convierta en secretario general. Porque, parafraseando a Chacón, nadie «se va a atrever a decir que una mujer catalana no puede dirigir el PSOE»... en público. Otra cosa es la negociación entre «aparatos».

Alejo Vidal-Cuadras la Hora del cambio de Rumbo

LAS GUERRAS DE TODA LA VIDA
El nuevo regeneracionismo
Por Horacio Vázquez-Rial

La lectura de Ahora, cambio de rumbo, de Alejo Vidal-Quadras, me ha recordado una vez más lo que para mí significó este hombre y el sentido que tuvo su presencia en el Partido Popular de Cataluña: de haber permanecido él al timón de aquella nave tan maltratada, algunos de los que contribuimos a crear Ciutadans no hubiésemos hecho tal cosa.
El suyo fue el único momento en que el PPC dejó de ser un partido nacionalista más, en que se dibujó como alternativa real a la gaseosa y ubicua ideología que comparten todos los partidos catalanes. Lo único que puedo, podemos, reprocharle a Vidal-Quadras es su lealtad al PP, porque por ella aceptó que José María Aznar moviera las piezas a su criterio y lo sustituyera por Josep Piqué.

De los compromisos con los nacionalismos periféricos de los dos grandes partidos españoles sabe, pues, Vidal-Quadras más que nadie. Y no es la menor de cuantas cosas afirma en su nuevo libro que uno de los problemas esenciales de la España de hoy es la pérdida de entidad del Estado a manos de los soberanistas. En buena parte porque Zapatero, ignorante también del pasado de la nación, cometió el mismo desgraciado error que ya había cometido Manuel Azaña en su día. Aunque tal vez no se haya tratado de un error, sino de una muestra de perversidad, porque yo no me voy a quitar nunca de la cabeza la idea de que el leonés de Valladolid odia profundamente a España. Pero decía que en buena parte la culpa es de Zapatero, aunque no son inocentes ni González ni Aznar, que en su segunda legislatura pudo haber puesto remedio a la cuestión reduciendo los partidos nacionalistas a su verdadera dimensión mediante una valiente reforma de la Constitución, la misma por la que en este momento aboga nuestro autor y que sigue, al parecer, metiendo miedo al presidente Rajoy y a todos los miembros de su gobierno. A mí me parece un exceso de igualitarismo reunirse como si todo el mundo valiera de idéntico modo con personas como el rey de Marruecos y Artur Mas: en ninguno de los dos casos hacían falta tantos melindres.

El de la reforma de la Constitución y del régimen electoral para que nuestro sistema representativo se acerque en todo lo posible al ideal de un hombre, un voto es sólo uno de los asuntos que se abordan en Ahora, cambio de rumbo, un libro regeneracionista que a algunos parecerá un programa político —con mucho más coraje que el del PP— pero que en realidad es una crítica de antecedentes y el esbozo de un proyecto de Estado, en el cual podrían caber hasta los nacionalistas y desde luego los socialistas, pero sin mear fuera del tiesto. Un proyecto de Estado tan diáfano que es casi imposible objetar algo. Sobre todo porque la crítica de antecedentes no deja de lado al propio PP. El tema de la renuncia de Aznar a un PPC no nacionalista, con el que inicié estas líneas, también se trata aquí, como se tratan varias de las realizaciones necesarias que se podrían haber llevado a cabo y se postergaron hasta que fue demasiado tarde, como la reforma de la educación, que el gobierno Rajoy emprenderá a su manera, es decir, de modo parcial, desperdiciando la oportunidad revolucionaria que nadie más ha tenido desde 1982.

El que Vidal-Quadras tenga y presente un proyecto de Estado indica que es perfectamente posible que lo tenga su partido, pero éste sólo posee programa, y no uno de máximos.

Al margen de lo dicho, este libro proporciona un excelente análisis de lo que ha sido (y es) el pensamiento zapaterista, epítome de la izquierda reaccionaria, cosa más que necesaria si se quiere cambiar de rumbo: creo que la crítica de esa etapa está siendo de una tibieza aterradora. Los mitos de la Transición son puestos en tela de juicio y esa exposición se imbrica con la de los "errores y omisiones del aznarato" o "aznarrato", como dice el autor en el texto. Y después viene el plan de acción, con el que es casi imposible no estar de acuerdo, salvo por inevitables matices.

El proyecto está ahí, desarrollado por escrito: es la suma de todo lo que la gente que ha votado al PP espera de sus dirigentes, y éstos, rotundamente, pueden hacerlo si no se inquietan por el qué dirán los nacionalistas y el si hacemos tal cosa no nos lo perdonarán y la mayoría absoluta no es eterna...

miércoles, 1 de febrero de 2012

Mas aprieta a Rajoy: La Inmersión

Madrid / Barcelona. (Redacción y agencias).- "Podemos colaborar bien y a fondo". El presidente de la Generalitat, Artur Mas, ha ofrecido este miércoles su colaboración al Gobierno y a su presidente Mariano Rajoy para el impulso de las reformas que debe afrontar el Ejecutivo español y, especialmente, la de la reforma laboral que prepara para las próximas semanas, y que ya ha avanzado que será "en profundidad".

Mas ha comparecido en rueda de prensa tras la reunión que ha mantenido con Rajoy en el Palacio de la Moncloa y ha remarcado que hay muchos puntos en común en las políticas económicas que deben aplicar ambos ejecutivos y, por ello, ha tendido la mano para apoyar estos cambios. Mas entiende este apoyo como "una inversión a plazo" de cara a futuros acuerdos que especialmente incumben a Catalunya.

Como ya dijo el propio Gobierno español, el presidente catalán ha considerado que el acuerdo entre la patronal y los sindicatos sobre la negociación colectiva has sido "un paso adelante" pero que "no es suficiente". Además, ha subrayado que esta reforma es "una de las m´sa observadas a nivel internacional".

Mas también ha visto puntos en común entre ambos gobiernos a la hora de impulsar políticas de austeridad. El presidente de la Generalitat ha remarcado su compromiso al cien por cien en este tipo de políticas y ha subrayado que Catalunya las ha liderado.

Sin embargo, Mas ha asegurado que la reducción del déficit público ha de hacerse "de forma razonable" porque "no se puede resolver en cuatro días o en un solo año". "En eso es en lo que está el señor Rajoy", ha afirmado. Por ello, ha remarcado que España no puede pasar este año de un déficit de más del 8% a cumplir el objetivo de déficit del 4,4%, que es el que marca la UE. "No puede sino es engañando", ha sentenciado Mas.

Mas ha pedido a Rajoy más colaboración del Estado para que las autonomías puedan cumplir con los compromisos del déficit y entiende que, en función del peso de las comunidades autónomas en los servicios públicos, éstas "no deberían tener tanta dificultad para acceder al crédito". Otra de las peticiones que ha hecho Mas a Rajoy, en este sentido, es que "el Estado no legisle de manera que sean las autonomías estén obligadas a gastar una y otra vez". El presidente catalán ha enmarcado ambas peticiones en la necesidad de que haya una "lealtad" entre ambas instituciones.

Da por hecho que las deudas se pagarán

En el capítulo de la agenda catalana, Mas ha remarcado que en la reunión se ha tratado tanto de las deudas y traspasos pendientes como del tema del pacto fiscal, que él ha considerado como "fundamental" para esta legislatura. El presidente de la Generalitat ha subrayado las deudas económicas que el Estado tiene con Catalunya y ha asegurado que da por supuestos que "un gobierno serio es el que paga sus deudas".

Aunque entiende que estas deudas no fueron acordadas por el actual gobierno sino por el anterior, Mas ha subrayado que "los gobiernos se suceden pero el Estado permanece". El president ha admitido que no puede anunciar ningún compromiso de Rajoy en referencia a los plazos de pago pero da por hecho que habrá avances y ha apelado a "la confianza y la lealtad" mutua.

También se ha referido al pacto fiscal, que ha calificado como "el tema de fondo de esta legislatura" y que "marcará la relación entre Catalunya y el resto del Estado". Mas ha ofrecido el pacto fiscal no como "una amenaza" sino como "una oportunidad" para "rehacer los puentes" rotos tras la sentencia del Tribunal Constitucional sobre el Estatut.

Mas ha advertido de que la colaboración y apoyo que CiU ha ofrecido a Rajoy para este año puede ser solo para 2012, y que si la llamada agenda catalana queda aparcada, el apoyo puede acabarse.

La inmersión, una línea roja

Mas se ha referido también a la inmersión lingüística en referencia al comentario del ministro de Educación, José Ignacio Wert, sobre su intención de garantizar el enseñamiento de castellano en todas la comunidades. El presidente no se ha sentido aludido por las palabras de Wert porque entiende que no hay ningún problema en este sentido y ha advertido de que cambiar el modelo entero es una "línea roja" que "no se debería traspasar", aunque ha dicho ignorar las intenciones de Rajoy en este sentido.

Los Escarceos de Mas con Rajoy

La necesidad de los recortes obliga. El presidente del Gobierno y el jefe del ejecutivo autonómico catalán suscribieron anoche un acuerdo de colaboración, sin texto escrito ni firmas, de apoyo mutuo que otorga al Partido Popular una mayoría más que absoluta (202 diputados como mínimo) para sacar adelante las reformas del mercado laboral y del sistema financiero. Mariano Rajoy logró un objetivo fundamental para el arranque de la legislatura: apoyos para las medidas impopulares. Artur Mas lo definió como "una inversión a plazo".

El jefe del Ejecutivo, después de que las cámaras de televisión le volvieran a captar en frase coloquial ("vivo en el lío"), esta vez en la puerta de La Moncloa, cosechó la comprensión y el respaldo de los nacionalistas catalanes que le pasarán intereses después, pero no en el presente ejercicio. La entrevista entre Rajoy y Mas duró casi dos horas y el presidente de la Generalitat se tomó luego casi otra más para prepararse bien las explicaciones sobre una reunión que fue "franca, afable, cordial y con buen pulso" sobre la que el Gobierno no tuvo que matizar nada porque no pudo resultar más positiva para sus fines.

"Ya sabemos que si Rajoy se compromete, se compromete; otra cosa es conseguir que se comprometa", dijo Mas un tanto contaminado por el estilo marianista. Al presidente de la Generalitat le parecen bien todas las reformas económicas que el Gobierno ha puesto en marcha o ha anunciado, aunque niega conocer el detalle de los próximos cambios legislativos en el mercado de trabajo. Incluso comprende y matiza las reservas del Ejecutivo del PP a la ahora de contar su posición o margen de maniobra ante las instancias europeas a cuenta del objetivo de déficit para este año. "Estamos comprometidos contra el déficit pero hay que ser creíbles y, como nos pasó a nosotros, es imposible pasar ahora del 8,2 al 4,4 salvo que desmontemos el estado del bienestar", proclamó el dirigente de CiU.

Mas reconoció que Rajoy no le había dicho que intente renegociar el objetivo de déficit con las instancias europeas pero lo dio por hecho y apostilló que todo el mundo sabe que no se puede recortar al ritmo marcado hace un año cuando la UE y España estaban todavía en fase de expansión económica.

El presidente de la Generalitat estaba tan empeñado en quedar bien que varias veces eludió hablar de Cataluña y España como realidades distintas o enfrentadas, recordó que la Generalitat y el resto de las comunidades autónomas "también son Estado" y se mostró convencido de que "entre el gobierno catalán y el gobierno central se puede colaborar bien y a fondo". Hasta pronunció una vez la expresión "relación Cataluña-resto de España", reclamó "lealtad institucional" y sostuvo que "tenemos que ayudarnos entre todos".

Mas se esmeró en defender la reforma laboral anunciada por el Gobierno y dio por sentado que será muy seria. "Nos miran con lupa precisamente por eso", agregó sobre la expectación en la UE y en la Cancillería alemana ante la prometida equiparación de reglas y legislación del mercado de trabajo español con el de los demás países europeos. "Ya conoceremos los detalles pero nuestra voluntad es de apoyar", remachó.

Despachado el capítulo de los avales, el presidente de la Generalitat también entró en el de las facturas y en términos de "bilateralidad" entre gobiernos. Dio por hecho que Rajoy tendrá que aprovechar los Presupuestos Generales del Estado que elaborará en marzo para empezar a abonar los 759 millones que dejó a deber Zapatero al gobierno autonómico. También avisó que a finales de año espera tener un amplio consenso en la cámara autonómica para exigir el "pacto fiscal", aunque comprende que ese asunto no esté entre las preocupaciones del presidente del Gobierno.

Mas cambio de tono y de expresiones cuando se le preguntó por la cuestión lingüística. Lo calificó de "línea roja" después de negar que el castellano esté relegado o perseguido en Cataluña. Añadió que el asunto no se había tratado en la entrevista, igual que la posible fusión de La Caixa con Bankia o el cierre de Spanair. En lo que se empeñó fue en calificar de "inversión a plazo" su cerrada defensa de las reformas económicas del Gobierno. "Estamos en los escarceos", comentó con ironía sobre sus relaciones con Rajoy.