En el artículo anterior dábamos los datos de la ingente cantidad de entes de todo tipo (organismos autónomos, agencias, fundaciones, empresas,...) que dependen de las distintas administraciones.
En concreto, comentábamos que el total de entes que cada administración controla o en los que participa son:
- Estado: 1.096 entes
- Autonomías: 2.338 entes
- Municipios: 5.460 entes
¿Pero cuánto dinero y cuántas personas representa esto?
El tamaño del entramado público estatal
Resulta difícil determinar con precisión el número de personas empleadas en los distintos entes dependientes de las administraciones autonómicas y locales, porque los datos existentes son enormemente fragmentarios, pero sí que disponemos de información para calcular con bastante fidelidad el número de empleados de los entes que dependen del Estado.
La tabla siguiente muestra el número de empleados de cada ente dependiente del Estado (datos a 31/12/2010)
NOMBRE DEL ENTE | TIPO DEL ENTE | NÚMERO DE EMPLEADOS |
ACTIVA MUTUA | MUTUA | 800 |
AGENCIA ESPAÑOLA DE COOPERACIÓN INTERNACIONAL PARA EL DESARROLLO | AGENCIA ESTATAL | 1116 |
AGENCIA ESPAÑOLA DE MEDICAMENTOS Y PRODUCTOS SANITARIOS | AGENCIA ESTATAL | 461 |
AGENCIA ESPAÑOLA DE PROTECCIÓN DE DATOS | OTRAS ENTIDADES | 156 |
AGENCIA ESPAÑOLA DE SEGURIDAD ALIMENTARIA Y NUTRICIÓN | ORGANISMO AUTÓNOMO | 263 |
AGENCIA ESTATAL ANTIDOPAJE | AGENCIA ESTATAL | 60 |
Como vemos, los entes de todo tipo directamente controlados por el Estado contaban, al finalizar el año 2010, con más de 330.000 empleados.
Hay que resaltar que de esta lista están excluidos todos los consorcios, fundaciones y empresas en los que el estado participa, pero en los que: 1) su participación es minoritaria y 2) el consorcio, fundación o empresa correspondiente no forma parte de ninguno de los grupos empresariales dependientes del estado, por lo que no se consolidan sus datos dentro de ninguno de esos grupos.
En consecuencia, el número de personas que trabajan para los entes participados por el Estado es, en realidad, superior a esa cifra de 330.000. Hay que destacar también que no estamos hablando de jueces, ni de militares, ni de policías. Tampoco hablamos (con alguna salvedad menor, como por ejemplo los casi 3000 empleados de la UNED) de profesores o médicos. Es verdad que una parte de esos 330.000 empleados son funcionarios, sobre todo en organismos autónomos o agencias, pero la mayor parte (al menos dos tercios) no lo son.
El grueso de esos 330.000 trabajadores lo componen empleados de los distintos grupos empresariales dependientes del Estado, como Aena, Renfe, Adif, Correos o las distintas sociedades participadas por la SEPI. En conjunto, esos grupos empresariales contaban, a finales de 2010, con unos activos próximos a los 170.000 millones de euros.
El tamaño de los entramados públicos autonómicos y locales
Como decíamos, los datos existentes para los entramados autonómicos y locales son mucho más fragmentarios, por lo que no podemos compilar de manera sencilla una tabla similar a la existente para el entramado estatal.
Sabemos, por ejemplo, que el capital social total de las más de 1.600 empresas controladas por losayuntamientos supera los 4.200 millones de euros, y que el de las más de 600 empresascontroladas por las autonomías supera los 9.600 millones de euros. Pero lo que no conocemos es el número total de empleados de los entes autonómicos y locales.
Nos vemos obligados, por tanto, a recurrir a las extrapolaciones. El mapa siguiente muestra la distribución porcentual por autonomías de los más de 2.300 entes autonómicos existentes:
Conocemos los datos concretos de una de esas comunidades, Valencia, gracias a la información publicada en la prensa regional hace unos meses. Los entes dependientes de la Comunidad Valenciana contaban a finales del pasado año con 12.000 empleados y representaban unos gastos de 2.500 millones de euros. Para comprobar si esos cálculos de la prensa regional valenciana eran razonables hemos procedido a computar el número de empleados de las sociedades mercantiles dependientes de la Comunidad Valenciana. Las cifras de los últimos ejercicios para los que disponemos de datos arrojan un total de 4.967 empleados, lo que permite colegir que 12.000 es un número de empleados razonable para el conjunto de los entes dependientes de esa comunidad.
Por cierto, las pérdidas totales para esas empresas dependientes de la Comunidad Valenciana superaban los 400 millones de euros anuales; pérdidas a las que habría que sumar las subvenciones y aportaciones de capital que la comunidad realizara a esas empresas. Estos datos son anteriores al fuerte recorte iniciado por el Gobierno de Alberto Fabra en 2012, en el que, entre otros, se incluye el tijeretazo a la televisión autonómica, con un ERE que afetactará a 1.200 trabajadores, más de la mitad de la plantilla.
Tomando como base los datos de Valencia, y si el gasto medio y el número medio de empleados por ente son razonablemente homogéneos entre autonomías, estaríamos hablando para el total del entramado autonómico de unos 180.000 empleados y aproximadamente 37.500 millones de euros de gastos. Y a eso habría que sumarle los empleados de los miles de entes dependientes de los ayuntamientos, para los cuales carecemos de datos medianamente aprovechables.
La superestructura política
Los números que estamos proporcionando solo incluyen a los trabajadores de los entes dependientes de las administraciones públicas, es decir, a las personas que tienen una relación de carácter laboral con esos entes.
Entre esos trabajadores hay, por supuesto, cargos de libre designación política, liberados y asesores de todo tipo, lo que proporciona a los partidos, sindicatos y organizaciones patronales la posibilidad de colocar a varios miles de personas afines. Pero además, y por encima de esa estructura laboral, hay una superestructura política, compuesta por consejos de administración y patronatos de fundaciones e instituciones, que en muchos casos supone un considerable gasto en términos de sueldos, dietas y otros complementos.
En próximas entregas abordaremos precisamente esa cuestión, la del tamaño de esa superestructura política, pero baste como aperitivo echar un vistazo al tamaño de los patronatos de las fundaciones dependientes de la Comunidad Valenciana, que con razón acaba de embarcarse recientemente en unproceso de reducción de su entramado fundacional. Ignoramos si la pertenencia a los patronatos de estas fundaciones lleva aparejada algún tipo de compensación económica, en forma de sueldos o dietas de asistencia; proporcionamos el dato simplemente como indicación del tamaño de esas fundaciones y como ilustración (bastante llamativa) del grandísimo número de puestos de libre designación existentes en los órganos de gobierno de muchos entes del sector público.
En la tabla siguiente se indica el nombre de cada una de las fundaciones en las que participa la Comunidad Valenciana, junto con el número de miembros que componen el patronato de cada fundación:
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