El 22 de mayo, a la vista de los resultados obtenidos por el Partido Popular en las elecciones municipales y autonómicas, Mariano Rajoy apareció en el balcón de Génova y expresó la voluntad de ponerse a trabajar "para recuperar España". Con esa meta, apura los meses que distan hasta las generales. Dejando aparte los quehaceres de precampaña, dos tareas absorben la agenda del candidato: afinar el proyecto económico que deberá acometer si gana e ir juntando las piezas del equipo. Rajoy tendrá un vicepresidente para Asuntos Económicos, que bien podría ocupar la vicepresidencia primera por la trascendencia que ha adquirido la gestión de la economía, y que debería recaer en una persona de crédito interno y externo: ¿Caruana, Isla, González-Páramo, Montoro, De Guindos...? Si Rajoy resulta elegido presidente, necesitará además un grupo de profesionales bien preparados para gestionar, en el primero y el segundo nivel, todos los ministerios de carácter económico. Estos son algunos de los nombres que se barajan dentro del partido.
Economía y hacienda
Es el epicentro de la política económica, y dadas las circunstancias, debe ser un defensor convencido de la liberalización del mercado de bienes y servicios, así como del rigor fiscal, quien siente sus reales en el viejo caserón de la calle Alcalá. Además de quienes ya tuvieron responsabilidades entre 1996 y 2004 (José Folgado, Luis de Guindos, J. Manuel Fernández Norniella), u otros que se han movido en la órbita del PP en los últimos años como Manuel Pizarro, figuran en la cantera hombres como Alberto Nadal, hermano gemelo del actual portavoz adjunto de Economía del Grupo Popular, Álvaro Nadal, y como él, economista del Estado. Fue secretario general de Comercio durante la presidencia de José María Aznar y consejero comercial en Washington entre 2004 y 2009. En el PP subrayan su labor como asesor de Rodrigo Rato y dicen que pese a tener un perfil técnico, bien podría desempeñar cualquier cargo relacionado con la economía general. Ahora es vicesecretario general de Asuntos Económicos, Laborales e Internacionales de CEOE.
Alfonso Carbajo es experto en política financiera; ha trabajado en la CECA y como consejero comercial en Canadá y Tokio. Dispone de visión exterior y larga experiencia en redes comerciales. Desde el Partido Popular enfatizan el gran prestigio del que disfruta en los círculos económicos. Además, ocuparán puestos de responsabilidad el propio Álvaro Nadal y Fátima Báñez, ambos integrados en el equipo económico del grupo parlamentario, o Baudilio Tomé, exdirector de la Oficina Económica de Moncloa.
El exdirectivo del Banco de España Luis Linde también aparece en las quinielas. Formó parte del staff del Banco Interamericano de Desarrollo como director ejecutivo, y de él aseguran que domina los entresijos de la economía global y sus mecanismos de financiación. De parecido perfil son Belén Romana, que ya asumió cargos en Economía, o Gloria Hernández, exdirectora del Tesoro y mujer de plena confianza de Jaime Caruana.
Para cuestiones de competencia posee los conocimientos precisos, entre otros, Fernando Jiménez Latorre, que ya ejerció como director general de la materia bajo la supervisión de Luis de Guindos. Hoy es director asociado en la consultora NERA Economics Consulting. Por otro lado, la ex secretaria general del Consejo Económico y Social de Madrid, Rocío Albert (ahora en el equipo de Esperanza Aguirre) podría formar parte del escalafón de Economía, ya que a sus conocimientos versátiles añade un nexo de unión con la universidad, dado que ejerce como profesora de la Complutense.
Julio Gómez Pomar y Mario Garcés acreditan formación específica dentro del ámbito fiscal. El primero dirige el Centro de Innovación del Sector Público PwC/IE Business School y es director académico del máster en Gestión Pública de la escuela de negocios. Ex secretario de Estado para la Administración Pública, fuentes del PP lo ubican en la dirección general para materias tributarias. En su favor juega la buena reputación de la que goza dentro de las filas del partido. A Garcés, inspector de Hacienda y presidente de la Asociación de Interventores y Auditores del Estado, lo asocian con diversas instituciones, como el Tribunal de Cuentas o la Intervención General del Estado, puesto clave en una etapa de control fiscal y contracción de los gastos.
Asimismo, y en la medida en que Cristóbal Montoro adquiera relieve dentro del equipo de Rajoy, podrían entrar en el organigrama de Economía Ricardo Martínez Rico, Salvador Ruiz Gallud y Francisco Piedras, hombres cercanos al exministro y que ya tuvieron responsabilidades en la anterior etapa de Gobierno del Partido Popular. Entre otros cargos, Martínez Rico fue secretario de Estado de Presupuestos y Gastos, y Ruiz Gallud, director general de la Agencia Tributaria.
Trabajo y seguridad social
Tras Economía y Hacienda, es el departamento clave de la próxima legislatura, pues su problema, un 22% de tasa de paro, es el problema de todos los españoles. El ministro del ramo deberá contar con un carácter decididamente reformador, pues habrá que romper buena parte de los esquemas laborales que figuran en la legislación y que cuentan con duros defensores, sobre todo los sindicatos. Deberá tener, pues, talante negociador y evidente mano izquierda. Más allá de quienes ostentan influencia específica en el partido, gana enteros entre los posibles elegidos para capitanear el barco un peso pesado como Juan Chozas Pedrero. Recién aterrizado en Bankia, donde es director de recursos humanos, a lo largo de su carrera ha asumido diferentes labores en el sector público. Estuvo al frente de la Secretaría General de Empleo y Relaciones Laborales y de la Dirección General del Inem. En el PP explican que por el currículum que atesora y dada la proximidad de su nombramiento, Chozas solamente estaría disponible como ministro. Otro candidato a hacerse con la cartera de Trabajo es Gerardo Camps. Hasta el mes de junio consejero de Economía y Hacienda de la Generalitat Valenciana, ahora es senador territorial por esa región y podría encabezar la lista del PP por Alicante a las generales. Ya fue secretario de Estado de Seguridad Social cuando Juan Carlos Aparicio fue titular en Trabajo.
Algunas apuestas contemplan además a Valentín Bote, ex director general de Empleo de la Comunidad de Madrid y antiguo asesor de Aznar en Presidencia. Lo destinan a escalones intermedios y vinculados con la Seguridad Social.
Fomento e industria
Para el Ministerio de Industria cuentan con opciones Pedro Mielgo, expresidente de Red Eléctrica de España; Gabriel Elorriaga, ex secretario de Estado de Organización Territorial, y Joaquín Trigo, mano derecha de Juan Rosell en Fomento del Trabajo Nacional, la patronal catalana. De Mielgo remarcan que cuenta con el respeto del sector. A Elorriaga lo asocian con Ciencia y Tecnología. Para Trigo, auguran un puesto de importancia, incluso como titular del departamento.
Fuentes populares colocan también con rango ministerial a Fernando Becker, director de recursos corporativos de Iberdrola y expresidente del ICO. El diputado popular por La Coruña y portavoz de la Comisión de Industria, Turismo y Comercio, Antonio Erias, asumiría responsabilidades en un nivel inferior.
En los grados técnicos de Fomento, surgen Jorge Urrecho, Antonio López Corral y Fernando Cascales, familiarizados todos con el ministerio, pues pertenecieron a la dotación de Francisco Álvarez Cascos. De primer espada, se baraja un veterano del partido: Antonio Beteta, que desde mayo es consejero de Transportes e Infraestructuras de Madrid y antes de Hacienda.
Sanidad, gran bola de gasto y prueba de fuego
Los perfiles económicos son los más apreciados para gestionar las políticas sanitarias, dado el incremento del gasto generado en estas materias en los últimos años, que deberá ser sometido a un control muy estricto. Además de atesorar convicción en el control de las partidas cuando hay una demanda infinita por el carácter gratuito del servicio, quien se haga cargo de la cartera ha de tener peso en el partido. Dado que la gestión sanitaria está transferida, el ministro debe ser respetado por los barones del PP, que ya controlan casi todo el poder autonómico. Asimismo tendrá que acometer además de una limitación de prestaciones, la imposición de un copago sanitario para atajar la demanda. La persona indicada es Alberto Núñez Feijóo. Pero tiene el inconveniente de su compromiso con Galicia, donde preside la Xunta. Rajoy podría echar mano de Ana Pastor, que ya fue ministra del ramo, o de la exministra de Medio Ambiente Elvira Rodríguez, además de Juan José Güemes, exconsejero de Sanidad de Esperanza Aguirre, o Antonio Beteta.
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